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Dayana es una latina jóven y de buen ver que recibe en Gros. La llamé un día lluvioso de diciembre con la intención de pasar un buen rato con ella, y quedamos en que acudiría en media hora. Para mi desagrado, me hizo esperar mucho en el portal, creo que se le alargó un cliente anterior y no me avisó, cosa que no me sentó nada bien. Pero aquel día se me había puesto entre ceja y ceja y la iba a probar.
Tras esperar una media hora pasando frío, me vuelve a coger el teléfono y me dice que ha habido un error (la explicación fue mas larga pero no merece la pena contarla). Me está esperando, y subo a su piso viejo, donde me espera en tacones y un vestido ceñido que le sienta bien. Pienso que si la experiencia no merece la pena habré sido un retrasado por esperarla, pero decido probar por 50€ la media hora.
Nada mas ducharme, empieza a besarme de una manera muy dulce, como si fuéramos novios, y tocarme, y se va desvistiendo. Lo hace con calma, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, y eso me gusta.
Tras muchos largos besos y tocamientos, se pone de rodillas y se la empieza a comer. Lo hace suavemente pero con mucho arte hasta que le digo que pare, y paso a lamerla. Al segundo lametazo noto su disfrute, cosa que me calienta aún mas, y se entrega totalmente: me agarra de la cabeza en señal de que no quiere que me aparte de ahí. Lamo también su culo, cosa que le encanta (también hace griego ). Sigo con mis dedos, y ella va a mas, y mas… hasta que se termina corriendo (luego me confesaría que no le gusta correrse con clientes, ya que luego se queda sensible, pero lo estaba pasando muy bien).
Es mi turno, y empieza a comerme tumbado en la cama, primero al natural y luego con un condón que me pone sobre la marcha, y monta encima mío. Empieza a cabalgarme un rato y la vista es preciosa, pero se cansa y se pone a 4 patas, a lo que accedo sin reproches: la vista es preciosa, y se deja dar bien fuerte; de hecho, le gusta mucho… y también a mí. También hace griego y
Tras probar varias posturas, terminamos en la del misionero, no sin haber sudado de lo lindo previamente. Ducha de nuevo, y agradable despedida. Sin duda, una buena opción.
Il Provattore 